La fibromialgia: diagnóstico y tratamiento adecuados


En el marco del Día Mundial de la fibromialgia, que se celebra hoy, especialistas señalaron la importancia de un diagnóstico oportuno y un tratamiento multidisciplinario para los pacientes que sufren dolor por esta enfermedad, impactando considerablemente en la calidad de vida.

La fibromialgia fue ignorada por varios años aún cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) la reconoció en el año 1992 como enfermedad. Actualmente no existen pruebas de laboratorio que confirmen este diagnostico, por ello se requiere que el médico considere esta posibilidad diagnostica para que a través de una evaluación minuciosa, busque y encuentre la presencia de rasgos característicos de esta enfermedad, excluyéndola de otras que puedan confundir y evitar su diagnóstico oportuno.

Según la Asociación Nacional de Fibromialgia de los Estados Unidos (National Fibromyalgia Association), se estima que un diagnóstico certero puede demorar un promedio de hasta cinco años, debido a la complejidad de sus síntomas.

Para el doctor Luis Vidal Neyra, médico jefe del servicio de reumatología del Hospital María Auxiliadora y coordinador del Grupo Peruano para el Estudio de la Fibromialgia; esta enfermedad afecta al sistema nervioso caracterizado por dolor extendido y persistente en las articulaciones, los músculos, los tendones y otros tejidos blandos.

Además del dolor crónico generalizado, esta enfermedad se caracteriza por la presencia de sitios específicos que a la palpación del médico, resultan dolorosos para el paciente y que son conocidos como puntos dolorosos. Estos puntos están ubicados en diferentes zonas del cuerpo tales como: cuello, hombros, codos, cadera, glúteos, rodillas, etc. Y suele acompañarse de trastornos en el sueño (básicamente en sueño no reparador entre otras manifestaciones), rigidez, tensión y fatiga; además de ciertos padecimientos emocionales como la ansiedad o la depresión.

Muchas veces el dolor representa la razón por la cual las personas acuden al médico y por lo mencionado anteriormente esta enfermedad puede ser confundida con una enfermedad reumática empleándose medicamentos para el dolor como analgésicos, antiinflamatorios o corticoides, protocolo de tratamiento que no es aplicable en este caso.

Según la organización National Fibromyalgia Partnership esta enfermedad afecta entre el 3 y 6 por ciento de la población mundial, la mayoría de género femenino y entre los 20 y 50 años de edad. Una de las teorías propuestas involucran un mal procesamiento del dolor en el sistema nervioso, ligado a alteraciones en algunas de las sustancias que circulan por estas, llamadas neurotransmisoras y en el flujo sanguíneo central, aumentando la sensibilidad al dolor.

Datos de la encuesta Mundial sobre el Impacto de Fibromialgia, realizado en 2008 por la Red Europea de Asociaciones de fibromialgia (ENFA) y Pfizer, señalan que la mayoría de los pacientes afirman que la fibromialgia tiene un fuerte impacto en la calidad de sus vidas. Los pacientes reportaron que este padecimiento impacta en la movilidad física, estado de ánimo general, la memoria y la motivación para realizar diversas actividades; así como en sus finanzas y sus relaciones familiares y personales.

Los ocho países que participaron en este estudio incluyeron el Reino Unido, Alemania, España, Corea del Sur y México, entre otros, donde se entrevistó a 800 pacientes y 1,622 médicos especialistas en reumatología, neurología, tratamiento del dolor, entre otras especialidades.

Con relación al tratamiento este debe ser farmacológico y no farmacológico. En el primer caso, la FDA aprobó la pregabalina, el primer medicamento indicado en pacientes con esta enfermedad.

“Se recomienda realizar series de ejercicios de bajo impacto; así como dormir el tiempo necesario, y planificar un momento de relajación todos los días. Realizar ejercicios de respiración profunda y meditación ayudarán al paciente a reducir el estrés que pueden ocasionar los síntomas”, puntualizó el especialista.